La reforma laboral es un arma de destrucción masiva de empleos de calidad y derechos laborales
01/03/2012 Gaspar Llamazares
Si el PP hubiera incluido en su programa electoral los aspectos esenciales de esta reforma laboral, hubiera votado igualmente en contra de su aprobación en el trámite parlamentario, pero le reconocería al gobierno su legitimidad democrática para poner en marcha una iniciativa avalada por el apoyo ciudadano. Sin embargo, ocultó conscientemente esta agresión histórica a los derechos de los trabajadores en sus propuestas electorales, menos de 3 meses antes de su publicación en el BOE. Y esto nos sitúa ante un auténtico fraude político que cuestiona lo más esencial de un sistema democrático.
La lucha contra la reforma laboral representa la resistencia contra la puesta en marcha de un arma de destrucción masiva de empleos de calidad y derechos laborales pero también tiene que ser una respuesta ciudadana contra el engaño y el intento de acometer una estafa democrática de primera magnitud.
Debemos exigirle al Gobierno del PP que reconozca que no ha aprobado una reforma laboral para intentar reducir el desempleo y estimular la creación de empleo. A los hemos me remito. En el texto del Real Decreto apenas se contemplan incentivos a la contratación. El más significativo de los pocos que contiene facilita la incorporación en las PYMES de jóvenes a cambio de someterles, durante todo el primer año, a la mayor precarización que puede sufrir un trabajador: encontrarse en periodo de prueba. Toda una declaración de intenciones del modelo laboral que busca la derecha.